
Recientemente, recibí un mensaje que me llenó de emoción y orgullo. El colectivo Wiccas Cerveceras me contactó para pedirme que ilustrara la nueva etiqueta de Siempre Vivas, una cerveza especial que elaboran para conmemorar el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer. No pude evitar sentirme agradecida por ser parte de este proyecto, porque Wiccas Cerveceras es un grupo de mujeres que admiro profundamente. Ellas son un claro ejemplo de cómo se puede desafiar los estereotipos y derribar barreras en una industria que aún tiene mucho camino por recorrer.
Wiccas Cerveceras no es solo un colectivo, es una comunidad de mujeres valientes, irreverentes, que desde sus raíces cerveceras buscan marcar la diferencia. Son un grupo que no teme romper las reglas, desafiar normas preestablecidas y elevar la cerveza artesanal a otro nivel, con una perspectiva fresca, inclusiva y feminista. Han demostrado que el mundo de la cerveza tiene mucho más que ofrecer cuando se le da voz a quienes tradicionalmente han sido excluidas de este espacio.
Esta cerveza en particular, Siempre Vivas, es un homenaje a las mujeres que luchan todos los días por la igualdad, por un mundo donde podamos ser libres, seguras y, sobre todo, vivas. En mi opinión, la cerveza es un medio perfecto para dar visibilidad a la lucha feminista, ya que, como industria, tiene tanto áreas de oportunidad como trincheras increíblemente fuertes, desde cerveceras que ocupan puestos clave dentro de plantas cerveceras, hasta las emprendedoras que han abierto bares con taps donde las mujeres son las dueñas, hasta las morras que están educando sobre cerveza y compartiendo sus conocimientos con el mundo.
A lo largo de mi vida chelera, he tenido la oportunidad de colaborar con varias colectivas cerveceras, pero debo decir que trabajar con Wiccas Cerveceras ha sido algo especialmente significativo para mí. Ser parte de la cuarta edición de Siempre Vivas ha sido un honor, porque es un recordatorio de que la lucha por la igualdad de género no se limita a un solo día, sino que se celebra cada vez que nos unimos para visibilizar nuestras voces y nuestras historias.

Mi reflexión sobre el 8M y la cerveza no puede resumirse en pocas palabras, pero quiero destacar algo clave: la cerveza sigue siendo una de las industrias con más áreas de oportunidad para las mujeres. Mi lucha, como la de muchas otras, será siempre por más espacios seguros, por más lugares en los que las mujeres podamos disfrutar de una buena cerveza sin miedo, sin prejuicios y sin barreras. Porque, aunque queda mucho por romper, la lucha sigue.
Es un verdadero regalo haber sido parte de esta edición de Siempre Vivas y saber que, de alguna manera, mi arte y mi voz también contribuyen a este hermoso esfuerzo colectivo. Que la lucha continúe, que la cerveza siga fluyendo, y que sigamos construyendo más espacios para las mujeres en este y otros mundos.
¡Por más Wiccas, más Siempre Vivas, y por todas las que estamos rompiendo estereotipos y haciendo historia en el camino!